¡El Portal de la Clínica Veterinaria ya está disponible!
En este primer mes, todas sus funcionalidades serán testeadas por nuestros usuarios.
Tendremos que estar sin señal unos instantes al día para migrar del sitio antiguo al nuevo Portal de Clínica Veterinaria, y dejar todo en orden para esta nueva etapa.
Si encuentra alguna dificultad o desea sugerir mejoras, envíe un correo electrónico a [email protected].
¡Queremos que se quede a tu manera!
Gracias por entender.

Menu

Clinica Veterinária

Início Sin categorizar Errores e incidentes en la práctica veterinaria
Sin categorizar

Errores e incidentes en la práctica veterinaria

Errores e incidentes en la práctica veterinaria

Matéria escrita por:

Oct 15, 2019


Introducción

rn

Los errores existen en medicina veterinaria, si bien es poco lo que se habla por recelos e inseguridad. Así, los errores son subnotificados, incomprendidos y su gestión es inadecuada. Es necesario actuar hacia una cultura que acepte que se cometen errores, ya que errar es humano y muchos de esos deslices son provocados por condiciones organizacionales, operativas y tecnológicas. El desarrollo de nuevas intervenciones para mitigar el error veterinario y mejorar la seguridad del paciente se debe fundamentar no sólo en las causas, sino también en la comprensión de los factores humanos. Es necesario realizar un minucioso trabajo para promover actitudes que tiendan a solucionar los errores dentro del contexto de las clínicas veterinarias.

rn

Por experiencia propia y entrevistando colegas de profesión, independientemente de la fase de vida en la que se encuentran, me he dado cuenta que el aprendizaje a lo largo de la carrera es continuo, en base a estudio, experiencia y errores cometidos, tanto propios como ajenos.

rn

En Brasil existen en la actualidad más de 300 facultades de medicina veterinaria (cerca de 1/3 de las instituciones de medicina veterinaria del mundo se encuentran en territorio brasileño). Se reciben más de 5 mil profesionales habilitados por año.

rn

Una vez titulados, algunos profesionales realizan una residencia, adquiriendo experiencia en instituciones de enseñanza bajo supervisión de colegas con mayor experiencia, y otros comienzan la carrera de forma inmediata a través de la atención en hospitales, clínicas o consultorios veterinarios, muchas veces sin ninguna supervisión.

rn

El hecho de aceptar que se cometen errores y que no es posible evitarlos permite transformarlos en oportunidades de aprendizaje en lugar de estigmatizarlos 1,2. Para los profesionales en comienzos de su carrera, particularmente en los años intensos que siguen a la obtención del diploma, en los que reciben una gran presión, ese cambio podría ayudar a mantener la salud mental de los profesionales 3,4.

rn

Desde hace muchos años me dedico a encontrar formas de evitar los errores. Como RT (responsable técnica) de un laboratorio de exámenes clínicos veterinarios en la década de 1980, comprendí que era necesario crear pruebas externas que permitieran asegurar la calidad de los servicios prestados. Fuimos el primer laboratorio veterinario habilitado con excelente desempeño, aún comparados con laboratorios renombrados de medicina humana.

rn

Posteriormente me especialicé en gestión para la seguridad de alimentos. Trabajé en la implementación de programas de seguridad de alimentos en servicios de comidas. Aprendí en la práctica que ciertas conductas podían ser mejoradas a través de entrenamientos y persistencia, y que los lindos manuales de buenas prácticas, dentro de los cajones, son inútiles.

rn

Al retomar contacto con el área clínica y diagnóstica, pude encontrar un ambiente con grandes adelantos tecnológicos. Pero me llamó la atención que se buscaba más la calidad por miedo a perder los clientes o por posibles puniciones, que la búsqueda de calidad por ella misma.

rn

En São Paulo, la mayoría de las denuncias éticas recibidas en 2012 estuvieron relacionadas con la atención de perros y gatos, principalmente debido a la muerte de los animales después de procedimientos clínicos o quirúrgicos. Otros eventos que llevaron a situaciones de litigio fueron las fallas en los documentos emitidos o en informaciones dadas por el profesional. Cerca del 63% de las denuncias eran sobre impericia, imprudencia o negligencia, en las que los profesionales involucrados se encontraban con una edad promedio de 41,5 años (mínimo de 27 y máximo de 61 años), vale