Siguiendo con nuestro Plan de Acción para una Empresa Espiritualizada que comenzamos dos ediciones atrás, hoy vamos a examinar otros dos elementos, el quinto que son los conocimientos del trabajo enfocados a la realización de la intención, y el sexto, sobre habilidades y conocimientos.
5to ítem – Dos tipos de sabiduría
El quinto ítem habla de los conocimientos que adquirimos a través de nuestras experiencias, tanto positivas como negativas, que quedan registradas en nuestro corazón cuando están relacionadas con un estado de serenidad y satisfacción por la experiencia y la conciencia que nos permiten adquirir. Sólo guardamos algo como sabiduría cuando fue adquirido mediante prácticas vivenciadas de corazón abierto, es decir, aceptando correr el riesgo de acertar o de errar en nuestras elecciones y decisiones, y sintiéndonos gratos cuando el resultado de nuestras acciones se transforma en sabiduría para enfrentar los próximos desafíos.
Existen dos tipos de sabiduría: la horizontal (relacionada con la materia) y la vertical (que tiene un aspecto espiritual acentuado). Estas sabidurías afloran en momentos y circunstancias que nos permiten una conexión con registros guardados en el corazón, ya que son similares a situaciones que ya vivimos con intensidad. Las sabidurías nos permiten mejorar nuestra sensibilidad y tomar decisiones con más propiedad. Es como si estuviéramos frente a otra oportunidad de ejercitar lo que ya sabemos y entrenar nuestra sensibilidad y nuestra intuición.
Generalmente tenemos más registros de sabiduría horizontal, relacionada con cuestiones técnicas, a procesos y prácticas con los que nos enfrentamos en nuestra profesión. La sabiduría vertical está más relacionada con la espiritualidad, coloca otros desafíos mayores, especialmente porque en la mayoría de los casos no estamos tan atentos y abiertos a los aspectos espirituales, a pesar de que están presentes en todas las situaciones que vivimos.
Para desarrollar la sabiduría espiritual tenemos que practicar conceptos como el amor altruista y la gratitud, creando más espacio en nuestra convivencia social para una sonrisa, la humildad, la armonía y la sinceridad – aspectos que abordamos en la cultura del trabajo, tratados en el segundo ítem de este proyecto.
6to ítem – Ampliar habilidades y conocimiento
El sexto ítem para nuestro Plan de Acción para una Empresa Espiritualizada habla sobre habilidades y conocimientos. Son dos cosas diferentes. Entendemos por habilidades aquellos dones que adquirimos mediante el entrenamiento y la práctica continua. Los conocimientos son los que adquirimos mediante pesquisas, estudios, cursos, lecturas y también, claro, prácticas y experiencias.
A lo largo de nuestra caminada profesional y personal vamos acumulando habilidades y conocimientos, desarrollando así nuestra sabiduría. La horizontal y la vertical. Cuando se trata de gestión de negocios, por ejemplo, nos referimos a saber tratar a las personas, dominar procesos, y estamos poniendo en juego nuestra sabiduría horizontal. Pero si al hacerlo tenemos en cuenta el valor de una sonrisa, de la armonía, de la humildad, es decir aspectos que forman nuestra cultura del trabajo, estaremos también ejercitando nuestra sabiduría vertical.
Lo ideal es conseguir elevar las habilidades y conocimientos, y envolverlos dentro de la cultura del trabajo, hasta que se consoliden como sabiduría vertical y se puedan expresar de manera fluida y natural.